El japonés que estrelló el tren para ganar tiempo
Autor: Gabriel Ginebra
Número de Páginas: 213¿Cómo es posible que la inteligencia individual acabe convertida en incompetencia colectiva? ¿Qué podemos hacer para transformar las organizaciones histéricas e hiperactivas en empresas regidas por el sentido común? El conductor del tren estaba nervioso, llevaba un minuto y medio de retraso, podía caerle una segunda sanción en un mes. Para ganar tiempo aceleró, descarriló, y se produjo la mayor catástrofe ferroviaria del Japón: más de 40 muertos y cerca de 300 heridos. Las empresas padecen una especie de esquizofrenia entre sus mezquindades del día a día y los ingenuos discursos sobre la excelencia. El orgullo, la pereza o la rutina no salen mencionados en los libros de gestión, pero sí están instalados en nuestras oficinas. La búsqueda de la excelencia no resulta el mejor planteamiento para trabajar. No es verdad que si se quiere se puede, ni que lo que no se mide no se puede gestionar. Aunque somos capaces de hacer muchas cosas, no podemos realizarlas todas a la vez, y encima todas bien. Las relaciones con los jefes siempre son tensas, y ¿no es verdad que los mensajes clave se dan en los pasillos en lugar de en las reuniones? ¿Por qué redactar tantos...