"Nueve relatos y medio" es la antología de los mejores relatos comprendidos entre 2005 y 2018 de Antonio Ibarra, escritor madrileño especializado en narrativa de misterio y causas sociales. Criptografía, enigmas, máquinas fantásticas y residencias misteriosas se mezclan con la defensa del medio ambiente, la lactancia materna o el sentido de la vida.
Medio ambiente, amistad, montañismo y arte se mezclan con reflexiones entre la vida y la muerte en la segunda antología de relatos de Antonio Ibarra, compuesta por diez textos escritos en su mayoría entre 2019 y 2020, aunque el relato que abre y da nombre al libro, El escritor de títulos, fue creado por el autor en 2008. La colección se ve ensalzada por contener dos relatos ganadores de premios en sendos certámenes: El fin del mundo logró el Premio Anastasio Higueruela Sanz “Willy” del Certamen Internacional de las Artes y las Letras de Montaña “Cuentamontes” en la modalidad de cuentos y relatos en 2019. Y La Gioconda de Picasso recibió el primer premio en el I Concurso Nacional de Relato Corto “Armando Palacio Valdés", celebrado en 2020.
Inteligencia artificial, impresión 3D, gemelos digitales o misteriosos instagrammers dan vida a una nueva colección de relatos de Antonio Ibarra. En esta ocasión la ciencia ficción, los avances tecnológicos y la fantasía son los ejes sobre los que giran las ocho historias cortas de esta antología que no dejarán indiferente a ningún lector. Además, dos de las obras fueron galardonadas en sendos certámenes: Olivia_956 logró el primer premio del IV Certamen de Relatos Breves de la Diputación de Albacete en 2020. Las cinco letras del bosque fue finalista del VIII Certamen Sierra de Francia de Relato en 2022. Como colofón, se incluyen cuatro "microrrelatos circulares" de 200 palabras que han de leerse dos veces seguidas para comprender todo su significado.
¿Una broma pesada o un ataque terrorista?, esa es la pregunta que se hacen todos los estadounidenses horas antes de despedir el año 2019. Una amenaza difundida a través de las redes sociales habla de un hackeo a todos los teléfonos móviles del país, que los bloquearía cuando restasen 60 segundos para el Año Nuevo y los haría estallar al final de la cuenta atrás, poniendo en riesgo las vidas de sus porteadores y de las personas que estuvieren a su alrededor. ¿Qué harías si te vieras obligado a desprenderte de tu móvil en uno de los momentos más importantes del año? ¿Son dichos terminales tan esenciales hoy en día como para arriesgar nuestra vida por no separarnos de ellos? ¿Cómo afrontarían los diversos poderes fácticos una crisis como esta? Antonio Ibarra encara estas y otras preguntas en esta trepidante novela que pretende entretener y provocar la reflexión a partes iguales. Una obra de ficción realista estructurada en sesenta capítulos que descienden, a través de un perfecto engranaje de historias paralelas, hasta el sorprendente desenlace final.
Este es el primer manual de historia económica de Chile colonial, y consta de 13 capítulos. Está dirigido a estudiantes de pregrado y posgrado, pero dada la claridad y simplicidad de su escritura, también es accesible a un público general, interesado en nuestra historia colonial y su devenir económico. Todos los capítulos de este libro fueron escritos por especialistas nacionales y su contenido cubre una amplia variedad de temas de la historia económica colonial de Chile. Entre ellos, este compendio incluye un análisis de la demografía colonial, así como del comercio interior y exterior (junto con el importante rol de los comerciantes). También se revisan los patrones de consumo y de la evolución de los niveles de vida (incorporando variables novedosas como estatura y alfabetización numérica). A nivel sectorial, se examina la estructura y evolución de la minería, la agricultura y la viticultura. Se profundiza además en otras importantes materias, como el pensamiento económico de la época, el sistema crediticio imperante, la fiscalidad y real hacienda, los transportes y las comunicaciones, la economía mapuche y los sistemas de trabajo y vivencias de los-las...
Mariano Santiago de Jesús de la Bárcena Ramos fue, al igual que muchos personajes del siglo xix, un hombre multifacético que se desarrolló en un sinfín de oficios talabartero, artista, ingeniero, profesor, paleontólogo, geólogo, delegado en exposiciones industriales y científicas, director de un museo industrial y de un observatorio meteorológico, hacendado y político. Destacó a nivel internacional en geología y paleontología, al grado que su nombre fue utilizado para nombrar restos fósiles y plantas descubiertas en el siglo xix. En el presente se le han hecho homenajes por sus aportaciones en el ámbito académico, por eso su nombre lo tiene una escuela primaria, un observatorio meteorológico, una biblioteca y un premio en ciencias.
San Nicolás de los Arroyos se conoce hoy como San Nicolás.
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