En la banqueta, entre burlas y medias sonrisas, con su inseparable teporocha en la mano, Chin Chin cuenta su historia: de cuando aún se llamaba Rogelio, de cuando todavía contaba con amigos... de cuando hacía una vida con Michele. Al pasar las páginas, sus palabras no sólo urden un relato familiar, sino un complejo y delirante retrato del acontecer diario en el barrio de Tepito, entre alcohólicos, prostitutas, policías, vendedores de droga y gente de clase trabajadora que se gana el pan durante el día y busca el placer en los resquicios de la noche. Narración escrita con el desparpajo del habla popular que tiene detrás suyo una notable ambición literaria; desfile carnavalesco que alberga sin embargo personajes redondos y profundos; crónica descarnada de la vida de barrio que trafica de contrabando una conmovedora historia de amor, Chin Chin el teporocho escandalizó a los círculos culturales con su publicación inicial y es hoy un referente ineludible en la historia de la novela mexicana. En Ramírez, como en los románticos del siglo XIX, la crónica se envuelve en la historia de amor, la historia de amor es el pretexto para desarrollar la crónica y para, a su...
A fines de 1925 Pellicer (1899-1977) consigue una beca "para estudiar los museos de Europa" y un pasaje regalado por Jos Ingenieros. Vive en Par s pero viaja por Italia, Grecia y el Medio Oriente. Con la indisciplina proverbial del tr pico, sus ojos, sus sentidos todos comprenden cuanto se refiere a su disfrute. Hora y 20, otro t tulo de humor cubista, cosecha los poemas de la primera mitad de su estancia europea.
Obra predilecta del poeta tabasqueno, en la que la abundancia verbal se ve desterrada por la depuracion del lenguaje:incluye los sonetos de Hora de junio (1937), "consecuencia de un desastre amoroso, de una herida abierta que no se cierra", y los de Practica de vuelo (1956), de inspiracion religiosa en los que la intensidad de la fe no lleva al silencio, como en los misticos, sino a la elocuencia.