
Pensamiento Latinoamericano
Autor: Tito Hernández Caamaño
Número de Páginas: 134Selección de reflexiones y citas de algunos de los autores latinoamericanos más reconocidos, con datos biográficos y listado de sus obras más importantes.
Selección de reflexiones y citas de algunos de los autores latinoamericanos más reconocidos, con datos biográficos y listado de sus obras más importantes.
"A diferencia de la mayor parte de las novelas de Gallegos, cuya accion se desarrolla en los llanos venezolanos, aqui es la selva la protagonista con un contraste entre el pragmatismo del hombre blanco y el misticismo y la magia del indigena. Obra seleccionada por la Academia de la Lengua Venezolana, como representativa de su literatura, para la coleccion ""Biblioteca Literaria Iberoamericana y Filipina""."
Oye mi son: ensayos y testimonios sobre literatura hispanoamericana recoge artículos, notas, reseñas y entrevistas publicadas en los últimos veinte años por el profesor y crítico cubano Roberto González Echevarría. Los textos versan sobre escritores modernos y contemporáneos como Alejo Carpentier, Jorge Luis Borges, Gabriel García Márquez, Carlos Fuentes, Mario Vargas Llosa y Severo Sarduy, pero también figuras del siglo XIX como Cirilo Villaverde, y del período colonial, como el Inca Garcilaso de la Vega. González Echevarría, especialista tanto en literatura hispanoamericana como española del Siglo de Oro, también escribe aquí sobre Cervantes y Garcilaso, y reflexiona sobre la relación entre las literaturas de las dos orillas del Atlántico, sobre las que ha escrito durante cuarenta años. Oye mi son es sobre todo un reto a la crítica literaria actual por parte de alguien acostumbrado a debatir sobre ésta, tanto en inglés como en español. También constituye una valoración independiente, severa y polémica de la obra de los escritores estudiados y de la literatura cubana de hoy muy en particular.
- ¿Cómo se financia la actividad científica en un país como Uruguay? ¿Qué pasa cuando se acepta dinero de gobiernos extranjeros y organizaciones internacionales para impulsar esas actividades? ¿Y qué sucede si se lo rechaza? ¿Qué opinaron los universitarios sobre esos temas en los años sesenta del siglo pasado? ¿Qué opciones tenían? ¿De quién aceptaron plata y para qué la usaron? ¿Se puede hacer ciencia en tiempos de radicalización política? ¿Qué tuvo que ver todo esto con la fundación del Frente Amplio? Vania Markarian formula preguntas fundamentales, y en el intento de responderlas cobran vida los más famosos hombres de las ciencias y las letras de esa época, así como sus jóvenes discípulos, un puñado de editores, periodistas, gestores culturales, militantes, dirigentes políticos y algunos itinerantes funcionarios internacionales. Sus pasiones, convicciones, estrategias y contradicciones son parte de esta historia. Hasta la CIA aparece de modo algo tangencial en esa trama de intereses y quebrantos. Lo fascinante es que de esos encuentros surgieron varias alternativas originales sobre qué debían hacer las instituciones del conocimiento. Lo...
El presente libro tiene como objetivo analizar los procesos políticos e institucionales que transformaron la vida política de los habitantes de los antiguos territorios de la Capitanía General de Venezuela y del Virreinato de la Nueva Granada durante el inicio y establecimiento del gobierno representativo en la República de Colombia entre 1818 y 1821. Se trata de años cruciales para el desmantelamiento del orden monárquico. Esta decisión implicó una ruptura radical con los principios de legitimidad política del Antiguo Régimen y dio lugar a la formación de un gobierno fundado sobre el principio de la soberanía popular. Para lograr este objetivo fue necesario tener en cuenta las características más significativas de los sistemas representativos que favorecieron la construcción de una nueva comunidad política, a saber: elecciones regulares de los funcionarios; independencia de los representantes con respecto a los representados; opinión libre de los gobernados a través de la prensa; y los procesos de debate en la toma de decisiones políticas a través de los órganos participativos.
Desde hace 17 años el gobierno ha venido ejerciendo presiones legales que generan evidentes mecanismos de censura y autocensura, que ha limitado el acceso a la información pública en poder del gobierno, que ha usado un lenguaje que discrimina a los medios y sus periodistas como "nocivos" para el proceso-regimen, además ha impuesto agendas de prioridades periodísticas sobre las cuales se puede o no informar/opinar... Este es el contexto en el que se mueven hoy en día los medios. La atmósfera del país hace un buen rato que está erarecida −cada vez más− y los límites que se le van imponiendo a los medios influyen en su funcionamiento libre en la construcción de la información. Bill Kovach, que fue periodista en The New York Times, decía hace unos años que "el periodismo y la democracia crecieron juntos. Ellos crecerán y prosperarán, o morirán juntos". Marcelino Bisbal Este discurso vale, mutatis mutandis, para el comunicador social, informador u opinionista que sea un pequeño héroe de la cotidianidad que en la presente circunstancia, cada vez que escribe o habla, tiene que negociar lo que va a decir o escribir con sus principios morales y deontológicos, sus...
Este libro resulta de una inquietud compartida por once colegas activos en ocho países, a ambos lados del Atlántico:mostrar la interconexión múltiple de diversos tópicos de la relación América Latina – el Caribe – Europa en una obra editorial de divulgación internacional.El comercio, la ciencia y la técnica posibilitan esta interconexión. De hecho, este conjunto de artículos atinge lo que Horst Pietschmann designacomo «un amplio proyecto, subdividido en distintos proyectos parciales» cuando analiza la historia atlántica. Entre las fuentes que respaldan la amplia temática presentada aparecen analizados documentos de archivo, epistolarios, hemerografía y bibliografía junto a memorias, pinturas, fotografías, genealogías, obras civiles, postales y lápidas de cementerios. El legado de artistas, científicos, comerciantes, diplomáticos, historiadores, viajeros y familias, ha posibilitado esta compilación que, remontando desde finales del siglo XVIII hasta comienzos del siglo XX, ofrece aquí, en simultáneo, tanto la conceptualización del mundo atlántico, la visión civilizadora del desarrollo social y de los efectos económicos de la emancipación americana, ...
Los entrevistados que concurren en esta compilación se adentran en la historia con sus propias ideas, cargando el bagaje de sus vidas. Se trata de hombres y mujeres de diferentes procedencias: venezolanos —caraqueños y de otras regiones— y extranjeros que se asentaron en el país. Hay católicos, uno de ellos sacerdote, y otros más bien escépticos. También hay quienes hablan desde la izquierda y otros tantos desde la derecha. Comelones y refinados. Con intereses diversos, públicos distintos y posiciones historiográficas confrontadas, criticadas y debatidas por ellos mismos. En fin, una amalgama de ciudadanos que nacieron, vivieron y padecieron el siglo xx, y que hoy sobreviven al siglo XXI. A todos los une el oficio de la historiografía. Muchos vienen de áreas afines; llegaron a la historia por casualidad, azar, luego de largas meditaciones. El tránsito histórico de Venezuela ha corrido por sus plumas, siendo actores de tres tiempos: del pasado sobre el cual escriben, del presente que les ha tocado vivir y del futuro que su legado alumbrará.
¿Qué se sabía en realidad de las vanguardias históricas hispanoamericanas hace apenas treinta años? Muy poco, si se exceptúa la atención aislada que habían merecido las obras poéticas de algunas de las figuras más relevantes del período, Vicente Huidobro, César Vallejo, Oliverio Girondo, el Borges ultraísta. No sólo no se consideraban en toda su dimensión las vanguardias como un fenómeno continental, sino que parecía incluso haber caído en el olvido lo que la eclosión simultánea de esos movimientos juveniles, inquietos e iconoclastas trajo de nuevo a las artes y a la cultura de América Latina. Hoy se sabe que estas expresiones tuvieron un perfil propio que las distingue y que fueron una parte sustancial del movimiento internacional de las vanguardias. Casi un siglo después de su inicio en nuestras latitudes, se admite por fin que las vanguardias dejaron una huella profunda, perdurable, en todas las artes del continente a lo largo del siglo XX. Desde hace un par de décadas se han multiplicado las revisiones y las relecturas de este extraordinario momento de la cultura latinoamericana. Lo decisivo son las nuevas miradas con que se encara el material rescatado, ...
Esta obra fue proyectada, más que como un libro, como el inicio de un movimiento filosófico continental. Es decir, los autores de las contribuciones toman conciencia de que la tarea que han asumido es de tal envergadura que no pueden sino cumplirla parcialmente. Los trabajos a lo largo y ancho de toda la región latinoamericana sobrepasan a los especialistas de la historia o de temas expuestos en el orden nacional. Cuando debe abordarse la temática tal como lo exige una obra sobre la filosofía latinoamericana, se encuentran dificultades tales como la falta de bibliotecas especializadas en esta problemática regional, de especialistas que hayan tratado los temas y estudiado suficientemente los asuntos para proponer diversas hipótesis que permitan fecundos debates. Todo comienza entonces por obtener materiales bibliográficos y temáticos necesarios. Esto no se logra en corto tiempo, exige años de perseverancia en la que los autores adquieren conciencia de los límites de la presente empresa. Por ello, mucho más que el lector son los mismos editores y autores de esta obra los que tienen conciencia de que sólo se ha iniciado la extracción de un precioso metal de una rica...
Pensar la filosofía desde América Latina no ha sido en los últimos años una tarea coyuntural para posicionar movimientos filosóficos o categorías novedosas. Pensar la filosofía desde América Latina ha sido una actitud insurgente ante la vida y ante imposiciones coloniales y culturales que nuestra región ha tenido como herencia por ser, en otro tiempo histórico, el campo ideal para prácticas de dominio y de subordinación. En ese sentido, quien piensa la filosofía desde América Latina no es un filósofo más, y quien transciende su discurso dentro de la filosofía latinoamericana tendrá que ser recordado más que como filósofo, como un ser humano digno de la humanidad. Sobre todo, porque la filosofía latinoamericana se ha caracterizado por ser un espacio donde se defiende el derecho a la vida y a la humanidad, y quien, dentro de ese espacio pueda hacer transcender su discurso, tendrá que ser un ser humano con una inmensa sensibilidad emocional, una conciencia humana impermutable y una capacidad intelectual admirable.
El siglo XX encontró una Venezuela fragmentada, un Ejecutivo debilitado por los conflictos bélicos presentes durante la mayor parte del siglo recién concluido, un país marcado por el caudillismo local y una economía rural. De ahí que Elías Pino Iturrieta recorra la primera mitad del siglo XX para mostrarnos cómo entró en cintura un país signado hasta entonces por el desorden. 'Venezuela metida en cintura' comienza con el castrismo y continúa con Gómez, cuando los pequeños liderazgos locales quedaron totalmente desterrados de la vida política y los sucesores del dictador salieron de sus filas. El desacuerdo pasó factura y sobrevino entonces el golpe de 1945, con el cual los nuevos políticos y los nuevos militares buscaron enterrar la tradición autoritaria. A partir de allí, Pino Iturrieta se adentra en la vida política más significativa de nuestros tiempos para explicar "cómo esa autoridad se encumbra sobre los venezolanos, sin solución de continuidad, en la fábrica de lo contemporáneo".
En 1826 estalla en Valencia un movimiento de secesión, La Cosiata, que dará al traste con la Gran Colombia y marcará el nacimiento definitivo de la República de Venezuela. Encabezada por José Antonio Páez, la revolución que se enfrenta al poder central de Bogotá encarna las razones y sentimientos de los venezolanos de entonces para dejar de ser colombianos, tan iguales o parecidas a las que los neogranadinos tuvieron para separarse de sus vecinos en la búsqueda de un destino. Elías Pino Iturrieta se aproxima a los hechos comprendiendo los afanes de aquellos hombres, su tiempo y su circunstancia, y lo hace desde una premisa tan lógica como poco abordada por cierta historiografía: el sueño grancolombiano de Bolívar fue una república de papel, nacida en la imprenta de un periódico, una quimera personal precedida de mucha propaganda; no surgió de necesidades impuestas por la historia ni de auténticos reclamos de dos comunidades que quisieran integrarse para ser una sola. La Cosiata fue tan solo el comienzo de una rectificación y así lo demuestran estas páginas.
El personalismo militarista ha sido, quizá, la máxima expresión tumoral de nuestro existir político bicentenario como nación independiente. La patria criolla tuvo en su gestación un pecado original: la imposición de un personalismo pretoriano que colocó en la fuerza de las armas la capacidad de decisión política. Con dolor, debe constatarse que el liderazgo hegemónico y centralista de Simón Bolívar no solo no fue ajeno a ese mal, sino que constituyó —en el período bélico independentista— su máxima expresión en cuanto mito de origen de nuestra entidad republicana. La ilusión moderna —civil, federal e ilustrada— que animó la Independencia se desvaneció al desvanecerse el poder y la vida misma del Libertador, pero las patologías —que provocaron su imposibilidad de continuidad histórico-política— quedaron sembradas en el propio proceso de hechura, siempre en marcha, de la patria criolla. Bolívar alentó gravemente la patología militarista que, con distintas poses, durante dos siglos ha sido el obstáculo más serio para la recta andadura de una república como Venezuela, que nació —sin embargo— civil y civilista, federal y democrática, en la ...
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